EVITA LOS
FRACASOS EN LA DIETA PARA PERDER PESO
La pérdida de peso podrá
mantenerse sólo si se mantiene en el tiempo un estilo de alimentación adecuado
y nuevos hábitos alimentarios.
La clave del éxito será
llegar al peso ideal con dieta, actividad física y cambio de hábitos.
¿Cómo
debo cambiar la manera de comer?
Hay que incorporar a
nuestro día a día y seguidos de por vida, los siguientes hábitos:
-Desayunar siempre
-Comer algo a media
mañana y a media tarde
-Almorzar siempre
-Cenar siempre
-El menú diario tiene que
incluir todos los nutrientes
-Reducir el consumo de
grasas de origen animal
-Tomar moderadamente
grasas de origen vegetal
Es muy importante tener
paciencia para lograr el cambio de estilo de vida. Si buscamos una pérdida de
peso rápida, no tendremos la oportunidad de modificar la manera de comer. Una
pérdida muy rápida de peso conseguirá a la larga mayor acumulación de grasa.
Hay algunos truquillos
para resistir las tentaciones. Debemos aprender a decir NO y no dejar de
concentrarnos en ningún momento cuando tengamos el objetivo de bajar de peso.
-Antes de ir a una fiesta
es aconsejable comer algo de lo que tenemos programado habitualmente en nuestra
dieta diaria, de esta forma reduciremos la sensación de hambre y podremos
controlar lo que comemos.
-En la fiesta en lugar de
comer 3 o 4 canapés, comeremos sólo 1 o 2.
-Beber mucho; agua, sobre
todo, o bebidas light.
-Mantener las manos
ocupadas con el vaso de la bebida, esto evitará que comamos más.
MASTICAR BIEN!!!!!! SABOREAR LA COMIDA!!!
Para que los objetivos de
pérdida de peso puedan ser cumplidos debemos comer porciones o bocados
pequeños. El instinto de saciedad tarda más o menos 15 o 20 minutos, así que,
cuanto más despacio comamos, masticando bien los alimentos, la señal de saciedad
llegará al cerebro sin dejar que nuestro organismo se llene de calorías.
Es importante saber que
los hidratos de carbono favorecen la producción de insulina, por lo tanto, si
los tomamos en exceso acaban por convertirse en grasa. Estos azúcares o hidratos
de carbono se encuentran en los refrescos, galletas, pasteles, azúcar, miel…
También en arroz, patatas, cereales, fruta, leche, yogur, legumbres y algunos
vegetales.
CALMAR EL APETITO BEBIENDO AGUA
La sed es un signo de
alerta que nos informa que hay una falta de líquido en nuestro cuerpo. Esta
sensación de sed está regulada por el hipotálamo, que es la zona del cerebro
que también controla la sensación de hambre y la temperatura corporal.
A veces, puede ocurrir
que lleguemos a confundir la sensación de sed con la sensación de hambre y
llegue un momento en que ya no sepamos exactamente qué tenemos, o una u otra.
Por tanto, en el momento en que sintamos apetito, bebamos un par de vasos de
agua o infusiones, es cuestión de engañar a nuestro hipotálamo.
Es muy importante que
bebamos antes de tener sed. Hay que adoptar la costumbre de beber agua a lo
largo de todo el día, estableciéndonos un hábito.
AUMENTAR LA ACTIVIDAD FÍSICA
Cuando realizamos un
ejercicio físico moderado pero continuado, disminuye el apetito, además tenemos mayor sensación de que nos cuidamos y
eso se extiende también a la alimentación.
Con la actividad física
aumenta la utilización de la grasa como combustible del
metabolismo(termogénesis) lo cual ayuda a reducir la cantidad de tejido adiposo
o grasa acumulada en el cuerpo, siendo beneficioso para el organismo en general
y para el sistema cardiovascular. Este efecto se realiza con la práctica de
ejercicio de tipo aeróbico (andar, natación, correr, bicicleta…) durante 45
minutos , como mínimo 3 veces por semana, aunque lo ideal sería hacerlo todos
los días.
LOS GRANDES OBJETIVOS
SE CONSIGUEN CON PEQUEÑOS CAMBIOS EN NUESTROS HÁBITOS
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