sábado, 13 de mayo de 2017


EVITA LOS FRACASOS EN LA DIETA PARA PERDER PESO



La pérdida de peso podrá mantenerse sólo si se mantiene en el tiempo un estilo de alimentación adecuado y nuevos hábitos alimentarios.
La clave del éxito será llegar al peso ideal con dieta, actividad física y cambio de hábitos.







¿Cómo debo cambiar la manera de comer?
Hay que incorporar a nuestro día a día y seguidos de por vida, los siguientes hábitos:
-Desayunar siempre
-Comer algo a media mañana y a media tarde
-Almorzar siempre
-Cenar siempre
-El menú diario tiene que incluir todos los nutrientes
-Reducir el consumo de grasas de origen animal
-Tomar moderadamente grasas de origen vegetal

Es muy importante tener paciencia para lograr el cambio de estilo de vida. Si buscamos una pérdida de peso rápida, no tendremos la oportunidad de modificar la manera de comer. Una pérdida muy rápida de peso conseguirá a la larga mayor acumulación de grasa.
Hay algunos truquillos para resistir las tentaciones. Debemos aprender a decir NO y no dejar de concentrarnos en ningún momento cuando tengamos el objetivo de bajar de peso.
-Antes de ir a una fiesta es aconsejable comer algo de lo que tenemos programado habitualmente en nuestra dieta diaria, de esta forma reduciremos la sensación de hambre y podremos controlar lo que comemos.
-En la fiesta en lugar de comer 3 o 4 canapés, comeremos sólo 1 o 2.
-Beber mucho; agua, sobre todo, o bebidas light.
-Mantener las manos ocupadas con el vaso de la bebida, esto evitará que comamos más.

MASTICAR BIEN!!!!!! SABOREAR LA COMIDA!!!

Para que los objetivos de pérdida de peso puedan ser cumplidos debemos comer porciones o bocados pequeños. El instinto de saciedad tarda más o menos 15 o 20 minutos, así que, cuanto más despacio comamos, masticando bien los alimentos, la señal de saciedad llegará al cerebro sin dejar que nuestro organismo se llene de calorías.

Es importante saber que los hidratos de carbono favorecen la producción de insulina, por lo tanto, si los tomamos en exceso acaban por convertirse en grasa. Estos azúcares o hidratos de carbono se encuentran en los refrescos, galletas, pasteles, azúcar, miel… También en arroz, patatas, cereales, fruta, leche, yogur, legumbres y algunos vegetales.

CALMAR EL APETITO BEBIENDO AGUA

La sed es un signo de alerta que nos informa que hay una falta de líquido en nuestro cuerpo. Esta sensación de sed está regulada por el hipotálamo, que es la zona del cerebro que también controla la sensación de hambre y la temperatura corporal.
A veces, puede ocurrir que lleguemos a confundir la sensación de sed con la sensación de hambre y llegue un momento en que ya no sepamos exactamente qué tenemos, o una u otra. Por tanto, en el momento en que sintamos apetito, bebamos un par de vasos de agua o infusiones, es cuestión de engañar a nuestro hipotálamo.
Es muy importante que bebamos antes de tener sed. Hay que adoptar la costumbre de beber agua a lo largo de todo el día, estableciéndonos un hábito.

AUMENTAR LA ACTIVIDAD FÍSICA

Cuando realizamos un ejercicio físico moderado pero continuado, disminuye el apetito, además  tenemos mayor sensación de que nos cuidamos y eso se extiende también a la alimentación.
Con la actividad física aumenta la utilización de la grasa como combustible del metabolismo(termogénesis) lo cual ayuda a reducir la cantidad de tejido adiposo o grasa acumulada en el cuerpo, siendo beneficioso para el organismo en general y para el sistema cardiovascular. Este efecto se realiza con la práctica de ejercicio de tipo aeróbico (andar, natación, correr, bicicleta…) durante 45 minutos , como mínimo 3 veces por semana, aunque lo ideal sería hacerlo todos los días.


LOS GRANDES OBJETIVOS SE CONSIGUEN CON PEQUEÑOS CAMBIOS EN NUESTROS HÁBITOS


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